06/11/2018

Testimonio 6


Luisa deja todo.
Luisa 72 años,  debe dejar su casa, su cuarto contiene todo lo que posee, cada objeto es ligado a un recuerdo de su vida. Ahora prepara la maleta, caben pocas cosas, debe escoger lo que se lleva. Nadie conoce el significado de esos objetos, lo que deja se perderá, y con ello se irá también parte de su identidad. Siente que ha perdido todo. Tiene cuatro hijos y tres están muy lejos, ahora la hija con quien vive y depende en todo de ella, la va a llevar en un ancianato, entre personas extrañas. Quiere morir.
Después de visitar varios ancianato, donde vieron a personas olvidadas de sus hijos, enferma y solas, llegan al ancianato de la colonia Italiana, que dirigía junto a mi esposa. Al verla entramos en crisis mi esposa y yo mismo, nuestro hijos mayor acababa de mudarse a mil de kilometro de distancia y el otro también se fue lejos, sentíamos que la familia se había acabado, y pensábamos que sería de nosotros en el futuro sin nuestros hijos. Luisa fue la imagen de lo que nosotros temíamos. Vino en busca de ayuda, pero teníamos la misma enfermedad, no nos sentíamos preparados para ayudarla.
Armando el collar.
Luisa se instala en su nuevo hogar. Tengo que ayudarla pero temía eso de MEDICO CURATE A TI MISMO. El día siguiente me acerco a ella, me dice que solo quiere morir. No tengo un versículo para darle consuelo, abro la biblia a caso. Encontramos:

El reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. Mateo 13:45-46

Me sentí como en el vacío, sin saber que decir. Pero vino la revelación. Las perlas son personas o cosas que amamos mucho, importantes en nuestra vida, a pesar que Luisa decía que todo lo había perdido, Dios sabia que dentro de ella había grandes tesoros. Entonces le dije, Señora Luisa, piense que cuando uno nace viene con un pabilo en el cuello, y que durante el trascurrir de los años metemos en el, perlas, y así formamos el collar de nuestra vida. Fue así que Luisa, en medio de la soledad, en medio de personas extrañas, y ayudada por mi esposa y por mí, empieza la épica tarea de formar su collar. Pasan por su mente todas las personas que ha querido, y que tal vez no estaban mas, que fueron importantes, y que eran sus tesoros, sus perlas. La primera perla que puso fue su madre, y con ella revivió el dolor de haberla dejado, y no volverla a ver más, por emigrar a Venezuela, después de la guerra civil española. Una perla a la vez, puso a su esposo, sus cuatros hijos. Cuando el collar fue terminado le dije que era muy bello y que contenía perlas de gran valor, pero faltaba algo.

La perla más preciosa.

Si, en el collar de Luisa falta lo más importante, la perla más preciosa, la más costosa, la que sobresale por su belleza y esplendor. Siempre está en el centro y rodeada de oro, es la que da verdadero valor al collar. Es la perla que impresiono tanto al mercader, que vendió todo para tenerla, porque se dio cuenta que era el bien supremo, Jesucristo. 

En la vida podemos tener muchas cosas, fama riqueza, dinero, pero sin Cristo no somos nada. Y en los momentos más difíciles solo Dios puede ayudarnos, los médicos y el dinero, las personas no pueden. Luisa entendió la importancia de lo que faltaba en su vida, y con una sencilla oración pidió a Jesucristo che entrara en su vida, tomara la rienda e hiciera su voluntad.

La nueva Luisa

Después de recibir a Cristo como su Salvador, Luisa experimenta los cambios más drásticos en su vida. A los dos meses los hijos, se sienten culpables del destino de la madre y no mirando los gastos, vienen de toda parte para estar con ella. Luisa está feliz de reunirse con ellos después de tantos años y se va con por tres días. Cuál fue nuestra sorpresa che la misma noche regresa con nosotros, a su nueva habitación, dice que ya no puede vivir con ellos, ahora tiene la paz y quiere disfrutarla. Los hijos están confundidos y ofendidos, pero Luisa es otra persona, ya no depende de ellos, ahora se ha encontrado a Dios y así misma. El Dios que no desampara, tiene nuevas cosas para ella. Quería morir porque no tenía a lado sus hijos, pero ahora descubre la paz en la soledad y una nueva y mejor vida.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2da. a los Corintios Capítulo 05: 17

A DIOS SEA LA GLORIA.

05/11/2018

Testimonio 5


Me llamaron, mi hermano estaba grave de salud, mi hermana llegaba de Italia por eso, decidimos encontrarnos en el aeropuerto de Caracas e  junto a Maracay donde él estaba. La última vez que había estado en su casa vi que su salud desmejoraba y una vez más le hable de Jesucristo, siempre me había refutado, siendo un gran opositor a mi fe, pero esta vez se quedo callado. Al llegar los hijos estaban desolados, su padre siempre pedía ayuda y se sentían frustrados porque le estaban dando los mejores médicos y la mejor clínica, en que más podían ayudarlo. Tenía dos semanas en la clínica y estaba muy mal,  pero nos reconoció. Vi como pedía ayuda y al mismo tiempo trataba de quitarse las agujas y conexiones que tenía en su cuerpo, la ayuda que quería no se relacionaba con la medicina. Nos apartamos mi hermana mi esposa y yo, y nos dimos cuenta que la ayuda que estaba esperando era espiritual y vendría de nosotros, y nos pusimos de acuerdo para guiarlo para aceptara a Jesucristo como su salvador. El estaba como en coma, de repente se despertó y dijo exactamente: ¨ Algo maravilloso va a suceder¨. Fue muy receptivo, pidió perdón a Dios y acepto a Jesucristo como único y suficiente salvador. Entro en coma y dopo un tiempo se despertó y dijo: Algo maravilloso ha sucedido en la tierra. Si en la tierra, en ese mismo cuarto había sucedido algo maravilloso, un milagro, el regalo más grande que Dios ha dado a los hombres, LA SALVACION. Después mi hermano dijo solo  tres palabras: Santo, Santo, Santo. La exclamación de los serafines delante del trono de Dios. Isaías 6:1-3 Inmediatamente después vinieron complicaciones en su cuerpo, lo llevaron de urgencia a terapia intensiva y a las pocas horas se fue. Dios es fiel, El dice:
Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.  Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Hecho 16:31
Alguien dijo que mi hermano había esperado a que llegáramos nosotros para irse, yo digo que nadie puede morir cuando quiera, solo Dios tiene el poder y El hace estas cosas. Si aceptamos a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, El no solamente nos salva, también salva a toda nuestra familia, lo ha prometido. SOLO CRISTO SALVA.
A DIOS SEA LA GLORIA 

04/11/2018

Testimonio 4




Una experiencia muy reveladora sucedió un año después, que mi mama recibió a Jesucristo como su salvador. Estaba muy enferma y postrada en una cama.  Mi hermana la cuidaba de día y de noche pero, a los seis meses ya estaba agotada, no tanto por la labor física sino por los sufrimientos de nuestra madre. Decidimos que yo cuidaría de los muchachos y mi esposa Cati se iría a Italia para ayudar. Encontró  mi madre en coma, se repartieron el trabajo de día la atendía mi hermana y de noche mi esposa. De noche tenía momento de lucidez y hablaba con mi esposa. Una noche de repente se despertó del coma, y empezó a decir que en la puerta estaba Jesús que la llamaba. Mi esposa empezó a investigar, se puso entre ella y la puerta de entrada al cuarto, pero mi madre miraba en otra dirección, miraba mas en alto, no era esa la puerta que ella veía. Después le preguntó cómo andaba vestido Jesús, y le contestó que de blanco, después como la llamaba, le contestó que por su nombre. Mi esposa le dijo que seguramente la llamaba Antonieta. Ella le dijo que no, que la llamaba por su nombre. Insistió mi esposa, entonces seguramente la llamaba Antonia, era su verdadero nombre, y en todos sus documentos aparecía ese nombre. Le contestó con voz firme,  porque mi esposa no entendía,  que la llamaba por su nombre. Fue claro que Jesús la llamaba con un nuevo nombre y ese nombre nadie lo conocía solo ella y Jesús. Era un nuevo nombre que Él le había puesto, era un nombre que no venía de voluntad humana, sino de la voluntad divina, era un nombre celestial, ignorado por los demás hombres.
”Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”. Apocalipsis 2-17 Cuando leía ese pasaje de Apocalipsis, pensaba que al creyente se le daba un nombre nuevo cuando está en el cielo. Pero veo que Jesús llama a mi mamá con un nombre nuevo, y aquí en la tierra, y sorprendentemente mi esposa tuvo el privilegio de asistir a ese llamado. Y esto es Maná escondido.

A DIOS SEA LA GLORIA

03/11/2018

Testimonio 3


Celebraré al SEÑOR con todo mi corazón, Contare todas sus maravillas. Salmo 9: 1

Mi esposa Kati se sintió enferma, fiebre de 40 a 41, perdió fuerza, dijo que sentía que iba a morir. Oré por ella, y nada. Hermanos de la Iglesia vinieron a orar, y nada, al contrario empeoraba. Después de tres días, decidimos ir a la clínica, en el análisis de sangre resultó que tenía muy pocos glóbulos rojos, anemia y otras cosas que no recuerdo, que la expusieron a cualquier infección, pero no se conocía la causa. Tuvo que ser hospitalizada y someterse a un examen peligroso, extraer un líquido de la columna vertebral y examinarlo. Me advirtieron que había riesgos (hace treinta años y en Venezuela). Ella se quedó en la clínica y la operación habría sido al día siguiente, saqué a los niños de la escuela y los traje a casa. Me sentí confundido y muy preocupado, la casa era extraña sin mi esposa, y vi a los niños pequeños también preocupados. Sabía que tenía que orar, pero cómo.
El caso de Jacob en Peniel vino a la mente (Génesis 32: 22-30). Una amenaza inminente venía sobre él y su familia, colocó a su esposa e hijos haciéndolos pasar el rio, y permaneció solo toda la noche luchando con Dios. Sentí que estaba en la misma condición, haría lo mismo, me quedaría toda la noche orando. Oré, luchando contra la incredulidad y el sueño. No recuerdo la hora exacta, pero escuché que Dios me dijo que fuera a la cocina, a buscar la Biblia. Lo tomé, y abierta me encontré con un verso que decía:

Dios está en medio de ella ello: no será conmovida. Dios le ayudará al clarear la mañana. Salmo 46: 5

No fue la primera vez que Dios me hablaba de esta manera como respuesta a mi oración, creí, que al aclarar el día Kati sería sanada. Esperé a que saliera el sol, era hora de salir. Antes de llevar los niños a la escuela, les expliqué que había sucedido, que Dios había sanado a su madre, solo nos dedicamos a dar gracias a Dios, tomados los tres de las manos. Voy a la clínica contento de decírselo a mi esposa, pero no tuve tiempo porque ella inmediatamente me dijo: Corrado, no sabes lo que me pasó. Me desperté, y estaba toda sudada, podías apretar mi camisa de noche. La enfermera vino a medir la fiebre, lo hizo toda la noche, cada hora, cuando vio el resultado, no lo creyó, menos de 37. Ella repitió y dio el mismo resultado, dijo que no entendía porque tenía 41 poco tiempo antes. Le pregunte a qué hora había sucedido eso, me dijo que no sabía la hora, pero desde la ventana vio el brillo del sol que salía. Después de contarle lo que me había sucedido en la casa, nos tomamos de las manos y agradecimos a Dios por la experiencia que nos llevó a vivir, no fue fácil, pero fue maravilloso. El médico dijo que que todo estaba listo para la operacion pero todo había cambiado y no sabía qué había sucedido. Mi esposa estaba sana, no tenía nada, podía irse a casa.
Volviendo a Jacob, en la noche que luchó contra el ángel del Señor, El le dijo, dejamos que llega el día, pero Jacob se aferró a Él y le dijo: No te dejaré a menos que me bendigas. Y al ver los primeros rayos del sol lo bendijo.

 La fe viene por el oír, y oír la palabra de Dios. Romanos 10:17

A DIOS SEA LA GLORIA

02/11/2018

Testimonio 2


El pastor de la iglesia dijo que tenía necesidad de un buen perro guardián para su nueva casa,  nuestra perra Doberman había tenido crías en ese tiempo, así que le ofrecimos un perrito. Llegado el momento de entregarle el cachorro, llamé a la iglesia para tener la dirección de la casa del pastor, me dijeron: “en la vía del Junquito, en el kilómetro tal, a mano derecha está la entrada a la urbanización. Allí preguntar por el pastor a cualquier persona, pues “todos” los conocen”. Nos vestimos bonitos, agarramos el perro bien lavado y emprendimos el viaje. Estamos muy contentos de poder conocer al pastor en su casa, y gozosos de poderle obsequiar el perrito. Eran como la diez de la mañana cuando llegamos al Kilómetro indicado. El sol era radiante, y al entrar en la urbanización preguntamos por el pastor a las primeras personas que vimos, la respuesta fue: “no conozco ese pastor”. Seguimos más adelante y preguntamos, la respuesta fue la misma, “no conocemos a ese pastor”. Nos adentramos más en la urbanización, era grande, muchas calles a la derecha y a la izquierda, muchas casas, seguimos preguntando, todos nos decían que no lo conocían. El sol empieza a calentado, es mediodía, los niños tienen hambre, todos estamos cansados y deprimidos, con tristeza me di por vencido y dije que nos regresaríamos a casa. Emprendimos la vía de regreso, pero cuando estamos por salir de la urbanización, sucede algo inesperado, y verdaderamente sorprendente. Siento una voz, no por mis oídos, viene de lo más profundo de mi mismo, de mí mismo espíritu, que me dice exactamente: “entra por esta calle, en ella vive el pastor”. Fue así que dije, metámonos por esta calle, aquí vive el pastor. Mi esposa me miró perpleja, los muchachos empezaron a protestar, nadie creía. . Pero ya que era el que manejaba, me metí por la calle. Era una calle ciega, con muchas casas, las miramos pero no sabemos cuál es la casa del pastor. Llegamos al final de la calle, tiene una redoma. Deprimido, pensé que había sido un pensamiento mío, no hay nada que hacer, tenemos que regresar e irnos del lugar, sin ver al pastor. Pienso que ha sido un momento de locura, que fue una fantasía mía, y derrotado, di la vuelta para ir a casa. Cuando estoy para salir de la calle sucedió nuevamente lo inesperado, oí aquella voz que ya conocía: párate, toca en la puerta de esta casa y te saldrá el pastor. Hubo nuevas protestas, le dije a mi hijo mayor que fuera a tocar en esa puerta. Mientras él iba mi esposa me preguntaba con cara de mucha extrañeza: ¿Qué está pasando?, no le supe dar una respuesta, mi silencio fue interrumpido por los gritos del muchacho, ¡¡El pastor!! , ¡¡El pastor!  No salió la esposa, no salió uno de sus hijos, salió el pastor como se me había dicho.

Segunda parte

Estábamos estupefactos de ver al pastor. Todavía no salía de mi asombro  de cómo Dios nos había guiado hasta la casa del pastor. Pero al salir del carro me viene una fuerte sensación de miedo, sentía una voz que me decía de no decir nada de lo sucedido, que la gente me tomaría por loco. La sensación que esa era una locura fue tan intensa que no pude hablar de lo ocurrido, ni con el pastor ni con otras persona, almeno por un tiempo. Éramos nuevos creyentes y mi fe tambaleaba a veces, pero lo que vivimos era real, completamente real. Luego leí en la biblia:
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Corintios 2:14
Estos versos me dieron la fuerza para testificar, contar lo que Dios hice con mi familia ese bellísimo día. Es el testimonio que más he dado, que más doy a creyentes y también a incrédulos, el enemigo está vencido. TENEMOS UN DIOS VIVO Y REAL.


La revelación. (comentario)

Dios ha preparado todo desde el principio, El acciona, prepara los acontecimientos, establece el tiempo y la forma de hacer las cosas. Cuando el pastor dijo que necesitaba un perro, solo yo tenía un cachorro al punto de destetar. La secretaria no me dio ni el nombre de la calle ni el número de la casa. La primera revelación llego en el momento exacto, cuando estaba a tres metro de la calle del pastor. Dios no me dio la revelación al entrar en la urbanización, dejó que pasáramos, tuvimos que rodar mucho, preguntar a muchas personas, pasar por muchas calles, y agotar nuestros recursos de búsqueda. Dios interviene y lo hizo por su soberana voluntad, en el momento exacto, de regreso. Pusimos todos nuestros recursos para encontrar la casa, cuando se agotaron intervino. Dios no hace las cosas a mitad, la primera revelación me decía la calle, más no la casa. De nada me hubiera servido si no tenía la segunda revelación. Y no se hizo esperar, llego exactamente al llegar a la casa del pastor. Todo sucedió exactamente como me lo había anunciado, no salió ni alguno de los hijos, ni la esposa, salió el pastor. Dios es Espíritu y habla al espíritu del hombre. Desde allí en los profundo de nuestro ser El nos habla. Después el mensaje recibido pasa por nuestra mente, allí viene el problema de la fe, si creerle y actuar en consecuencia  o no. 

A DIOS SEA LA GLORIA

01/11/2018

Testimonio 1



Tenía 33 años, y Dios no estaba en mis planes, lo evité por completo, Él no era parte de mí. Queríamos hacer un nacimiento, era diciembre. Fui a las montañas, en el Junquito,  con mis dos hijos, Paolo de cinco y Daniel de dos años, para conseguir musgo. Dejé el auto en la carretera principal y entré en una pequeña carretera secundaria, que resulto ciega y corta, muy húmeda y llena de musgo. Mientras los tres recogíamos el musgo, salieron de la casa que estaba al principio del camino, desde un hueco de la cerca, tres perros furiosos, dos Doberman, y un pastor alemán. Inmediatamente me di cuenta de que estábamos en su territorio, y no teníamos dónde escapar, si esto hubiera sido suficiente. Estaba muy asustado, no por mí sino por los dos niños, no sabía qué hacer, estaba devastado. Pero no tuve tiempo porque los perros amenazadores avanzaban. De inmediato hice una estrategia, le di un trozo de madera a Paolo, el niño de cinco años, le dije que tenía que defenderse como pudiera, luego puse al más pequeño por encima del hombro, le dije que teníamos que quedarnos quietos y no decir nada, para no enojar aún más a los perros. No tenía otra opción. Me sentí completamente indefenso y a merced de la furia que mostraron. No creía en Dios, pero en la profundidad de mí alma salió una oración silenciosa y sincera, solo estas palabras estaban en mi corazón: Ayúdanos Señor, no lo haga para mí, sino para mis hijos. Pero cuando los perros estaban a punto de saltar sobre nosotros, el pequeño gritó: Bau, bau. Propio hizo lo que no quería, me asuste más. Inmediatamente los perros se detuvieron, se dieron la vuelta y entraron uno tras otro por donde habían salido, pero lo más impresionante fue que tenían sus colas entre las piernas, estaban asustados.
No sabía qué había ocurrido, qué orden habían recibido los perros para regresar de inmediato, y de esa forma. Que habían visto que estaban tan asustados. Durante mucho tiempo, mi esposa y yo nos hicimos estas preguntas y no tuvimos respuestas.
Pero después de la conversión, cuando los cuatros nos encontramos con el Señor, supimos que El había estado siempre cerca de nosotros, aunque no lo sabíamos.
Y sabemos que dos cosas pudieron haber pasado. O que Dios puso dos ángeles poderosos a nuestros lados que le asustaron, o que desde la voz débil de un niño de dos años Dios ordeno a los perros de retirarse de inmediato.
EL NOS AMO PRIMERO.
A DIOS SEA LA GLORIA.

Mis Testimonios

Venid, oíd todos los que teméis a Dios,Y contaré lo que ha hecho a mi alma. Salmos 66:16